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Taller Arteterapéutico Virtual «ProyectARTE»

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¡Hola! En este artículo hago un recuento de lo que fue ProyectARTE: taller arteterapéutico virtual sobre proyecto de vida, cuyo objetivo principal fue acompañar a las participantes a revisar distintas áreas de su proyecto de vida actual y construir posibilidades que les permitiesen o, bien, encaminarse hacia sus sueños o re-construir uno nuevo más ajustado a su identidad y realidad.

Nota: las imágenes en este artículo se comparten con el consentimiento de las participantes.

En primer lugar, tuve encuentros de una hora con cada una para explorar sus dudas e inquietudes respecto a sus proyecto de vida y también tuvieron un primer contacto con arteterapia. Estas sesiones se dieron antes del primer encuentro grupal.

Todos los encuentros fueron a través de Zoom. Nos acompañamos a través de esta ventana virtual durante dos horas un sábado a la semana por un mes.

Los encuentros en la virtualidad no anulan la presencia. Todas las participantes estaban presentes y acompañándose, aun cuando cada una ocupaba un espacio físico distinto.

Comenzaron a emerger las primeras imágenes en estos encuentros individuales. Las participantes reflexionaban sobre lo creado y les otorgaban significados desde lo que estaban sintiendo. En la arteterapia no hay significados estáticos ni determinantes. La arteterapia ofrece perspectivas y posibilidades. Las preguntas desde donde partimos al finalizar cada obra son: ¿cómo te sientes con lo que has creado? ¿qué piensas? ¿qué te dice?

Las obras también permitieron a las participantes poner en el papel aquello que les causaba malestar emocional (angustia, miedo, frustración, etc.). Cuando damos una identidad a nuestro malestar y lo ponemos fuera de nosotros (en papel, por ejemplo) podemos llegar a sentir que es menos amenazante o aterrador de que como se vive dentro.

Un proyecto de vida no puede ser si no se desprende de aquello que nos gusta, de nustros intereses, de aquello con lo que hacemos clic y si no está impregnado de quien somos. Todo esto se conoce como Identidad y a lo largo de las sesiones estuvimos trabajando con ella, pero especialmente en la primera abordamos la pregunta: ¿quién soy hoy?

Las participantes dieron respuesta a esta pregunta a través de una obra plástica donde sus fotos fueron protagonistas. También comenzaron a crear otras posibilidades, contando capítulos de su historia con el apoyo de sus compañeras. En talleres grupales de arteterapia el intercambio grupal es muy importante.

Comenzaron a emerger similitudes entre ellas: elementos similares en sus obras. Renacer y Fluir fueron palabras que se mencionaron varias veces, como esos espacios que todas estaban habitando o necesitando habitar. Todo grupo crea su propia identidad y los participantes se conectan desde pensamientos, sensaciones, emociones y sentimientos parecidos. Esto permite que ocurra un vínculo en el que cada quien aporta su perspectiva y los demás reciben.

Una pregunta surgió en ese primer encuentro: ¿cómo llevo a cabo todo esto que quiero hacer? y con ella cerramos. Esta pregunta, aunque la hizo una persona, en realidad era del grupo, pues todas estaban movilizándose con esta interrogante. Fue muy interesante para mí este hecho porque, precisamente la segunda sesión estaba diseñada para comenzar a abordar este aspecto (sin que ellas estuvieran enteradas) y ya las mismas participantes se encaminaban en este sentido. También, puede ocurrir que existe un cronograma de sesiones diseñado y comienzan a surgir reflexiones y sentimientos que hacen un llamado a la flexibilidad, pues el mismo grupo marca el paso y a veces el terapeuta tiene que cambiar las actividades planificadas para dar lugar a lo emergente. Y eso también pasó en este taller.

En este segundo encuentro, las participantes trabajaron principalmente con plastilina, dando forma a sus sueños y a los recursos que tienen disponibles para hacerlos realidad. No dejamos por fuera los obstáculos, que siempre están presentes y que nos invitan a contemplarlos y crear posibilidades frente a ellos.

En arteterapia, el símbolo es el medio para expresar lo que sentimos consciente e inconscientemente. Las expresiones artísticas son los canales simbólicos para representar(nos).

Las participantes reflexionaban sobre el hecho de que ellas podían ser sus propios recursos.

Durante cada encuentro voy tomando notas de lo que observo, de lo que escucho, de lo que se teje en el grupo y también de lo que siento yo frente a lo experienciado. Este grupo estaba creando con mucha entrega y sentí que también podía ser valioso movilizar más el cuerpo en algún encuentro. Es así, como en nuestra tercera sesión, nos enfocamos en el recurso psicocorporal y este encuentro tuvo tres partes: la primera, en donde dirigí un ejercicio de respiración consciente para conectar con el cuerpo; la segunda, en donde estuvieron enfocadas en el trabajo tridimensional de sus obstáculos y la tercera en donde las participantes tuvieron un contacto distinto con sus obstáculos a través de la danza.

Y así, llegamos a nuestro último encuentro…

en donde trabajamos con la Intuición.

Esa sabia que habita en nosotros…

y nos muestra el camino a seguir.

Siempre está lista para hablar y ser escuchada.

Si quieres conocer un poco más de cerca la arteterapia, te invito a unirte a mi canal de Telegram donde comparto información sobre esta técnica terapéutica y también actividades para los miembros que promuevan la exploración de los recursos psicoexpresivos y el autoconocimiento. Para unirte, haz clic aquí

Si deseas dejar un comentario en este artículo, puedes escribir en la sección de comentarios que se encuentra al final. ¡Te envío un gran abrazo!

Autora: Valeria Razzi
Especialidad en Psicoterapia Breve Dinámica
Máster en Arteterapia y Terapias Psicoexpresivas
Máster en Psicología Infantil y Juvenil
Licenciada en Psicología – Mención Clínica
FPV: 12091

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