La crianza de estos tiempos no es igual a la de hace 50, 60, 70 años. En la actualidad hay mayor foco sobre la autoestima del niño y por esa razón se habla más sobre la importancia de criar desde el amor y el respeto. Padres de hoy que fueron criados con métodos del ayer y quieren hacerlo diferente, se topan de frente con el obstáculo del desconocimiento. A veces se desesperan porque piensan que no lo hacen bien o que hay un ideal de crianza que toda familia debe alcanzar.
Inseguridad al criar.
¿Te ha pasado que ves cuentas de padres y madres en las redes sociales donde la crianza se ve sencilla y perfecta? Entonces te miras a ti y piensas que lo estás haciendo fatal. ¿O vas a un taller sobre disciplina positiva y sales juzgándote? ¡Tranquilo! Créeme que a muchos les pasa, precisamente porque se piensa en un estado idílico de crianza, pasando por alto muchos detalles.
¿Qué debo tomar en cuenta para criar a mis hijos?
Aquí te cuento cuáles son esos detalles de los que hablé en el párrafo anterior.
- Las necesidades individuales de tus hijos. No todos los niños son iguales y esto es muy importante. Sí, existe un gran número de herramientas sobre disciplina positiva y crianza respetuosa pero ¿qué le funciona a tus hijos? ¿qué necesitan ellos de forma individual? Es necesario que te tomes el tiempo para conocerlos.
- La realidad e identidad de tu familia. ¿Cuál es la realidad de tu familia? ¿Qué eventos los han marcado de forma significativa? ¿En qué condiciones viven? ¿Cómo es un día normal para ustedes? ¿Cuáles valores los caracterizan? ¿Qué disfrutan hacer? Cada grupo familiar vive una realidad muy distinta y atraviesa procesos diferentes. También tiene una identidad propia, una especie de «marca personal» (o mejor dicho, grupal).
- La historia personal de los padres. Este punto es clave porque nuestra propia crianza es el principal punto de referencia que tenemos para criar (por no decir el único). Es muy común que repitamos patrones porque eso aprendimos. Cuando tu historia infantil te causa dolor o simplemente quisieras hacerlo distinto con tus hijos, es necesario que te atrevas a mirarla y sanar lo que haya que sanar. El único modo de cortar con un patrón dañino es reconociendo el daño que hay en él. Cuando llegamos a cuestionar nuestros métodos es porque picó esa «espinita» (como yo le digo) de la duda. Si estás aquí, es porque te picó esa espinita.
Con todo esto quiero dejar claro que la crianza perfecta no existe. No hay fórmulas ni recetas mágicas. Lo que sí existe es una crianza que impacta de manera positiva a los niños (en el presente y a largo plazo), que incluye amor y respeto (por hablar de forma global). Si yo amo y respeto a alguien, voy a darle un buen trato y ese alguien va a creer que es digno de él. Por lo tanto, es más sencillo que distinga entre ser bien tratado y mal tratado por externos, facilitando la posibilidad de que sepa poner límites y aprenda a ser igual de respetuoso con otros que como lo fueron con él en un primer lugar.
¿Ves como todo es secuencial? Mi invitación es a centrarse en esos detalles que mencioné anteriormente y a abandonar las comparaciones porque todos los individuos y grupos son diferentes.
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Autora:Valeria Razzi
Psicóloga
FPV 12091