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Hablar sobre sexualidad con mi hijo/a adolescente

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En el momento en que aparecen las palabras «sexualidad» y «adolescentes» en una oración, las alarmas se activan. No falta la vergüenza, que muchas veces conlleva al silencio absoluto. En este artículo voy a abordar este tema y a ofrecer herramientas para trabajar eficazmente la educación sexual en la adolescencia.

¿Qué es la Educación Sexual?

La educación sexual hace referencia a la enseñanza de una amplia gama de temas relacionados a la sexualidad humana, con el fin de informar y ofrecer herramientas adecuadas. La educación sexual se inicia en la infancia, cuando los adultos ayudan a los niños a nombrar sus genitales y sus funciones, les ayudan a reconocerse como niña o niño, promueven las relaciones sanas donde el respeto sea protagonista, entre otros.

Aunque en este artículo escribo sobre educación sexual en la adolescencia, es importante saber que este proceso inicia mucho antes y que es importante normalizarlo para que los niños y jóvenes se sientan en confianza de acercarse a sus padres y otros adultos significativos en caso de tener dudas.

8 Mitos y realidades sobre Educación Sexual en adolescentes

  • Mito: la sexualidad solo hace referencia al acto sexual.
  • Realidad: la sexualidad también abarca las características físicas de cada sexo, la orientación sexual, la intimidad, las relaciones amorosas, los roles de género, la identidad sexual.
  • Mito: si le hablo a mi hijo sobre sexualidad, estaré incitándolo a la promiscuidad.
  • Realidad: la información empodera. Un adolescente desinformado se expone a un riesgo mayor de tomar decisiones que no le beneficien.
  • Mito: si le hablo sobre estos temas a mi hijo, me va a tomar de juego después.
  • Realidad: los padres no pierden autoridad cuando hablan con sus hijos sobre sexualidad. Lo que sí sucede es que, cuando se da en una conversación abierta y calmada, se fortalece la confianza entre padres e hijos.
  • Mito: en la escuela aprende mejor que conmigo.
  • Realidad: la orientación de los padres sobre sexualidad, cuando hay un interés genuino y se enseña un contenido adecuado por supuesto, tiene mayor impacto que la enseñanza académica del tema.
  • Mito: si no le hablo sobre sexo, no le dará curiosidad.
  • Realidad: si bien es cierto que la crianza y la cultura influyen sobre la forma en que percibamos el sexo, el deseo de una sexualidad compartida es parte del desarrollo evolutivo. No se puede pensar que al no poner el tema sobre la mesa, entonces jamás existirá curiosidad.
  • Mito: si no le dejo tener novio/a, mi hijo/a no sentirá el deseo de tener una relación.
  • Realidad: el deseo de formar una relación es muy común entre los adolescentes, quienes cada vez más se interesan por sus pares. y esto no tiene que ver con prohibiciones o permisos que se otorgan dentro del núcleo familiar.
  • Mito: solo a los varones se les puede hablar sobre sexo.
  • Realidad: tanto varones como hembras necesitan esta información, pues ambos atraviesan los mismos cambios y necesidades de la adolescencia.
  • Mito: la masturbación es mala.
  • Realidad: la masturbación es una práctica muy común. Forma parte del desarrollo sexual y se puede observar desde la infancia. Se le sigue atribuyendo una carga negativa muy grande porque la negación del propio placer continúa siendo parte de muchas culturas.

Los mitos son creencias que se comparten sin ser cuestionadas jamás y van pasándose de generación en generación. Un mito no siempre es positivo y nos mantiene lejos de la verdad. En el caso de la educación sexual en la adolescencia, es nuestro deber como adultos acabar con los mitos existentes y ofrecer información de calidad a nuestros adolescentes.

Metas de la Educación Sexual en la adolescencia

  • Ofrecer información de calidad. Es importante que los padres indaguen en los temas que más pueden causar interés en estas edades: pubertad, relaciones de pareja, enfermedades de transmisión sexual, embarazos, masturbación, sexting, salud sexual, métodos preventivos y anticonceptivos, abuso sexual, abortos, impacto y mensajes del contexto sociocultural.
  • Relaciones interpersonales. Es importante conversar sobre relaciones sanas y relaciones abusivas o dañinas con los adolescentes. Promover el respeto, la tolerancia, el cariño, el apoyo y la comunicación es una meta de la educación sexual en cuanto a relaciones interpersonales. Estos valores no solo se enseñan con la prédica, sino también (y sobre todo) con el ejemplo y en el mero trato con ellos.
  • Responsabilidad. Muy relacionado con los otros dos puntos, también es clave promover en los jóvenes un sentido de responsabilidad sobre su propia sexualidad y la relación con otros. No se puede dejar por fuera la conversación sobre los límites: ¿hasta dónde puedo llegar con otros y hasta dónde permito que otros lleguen conmigo?

Para terminar, me gustaría compartirte que educar desde la prohibición, hace que lo prohibido se vuelva tentador. Es mejor educar desde la calma y ofreciendo un ambiente de confianza porque es así que los adolescentes pueden sentirse más cómodos en acercarse a sus padres para conversar. No quiero cerrar este artículo sin decir que el disfrute de una sexualidad sana es importante, necesario y además, un derecho.

¿Qué te ha parecido este artículo? Si gustas, puedes dejar un comentario.

Autora: Valeria Razzi
Psicóloga
FPV 12091

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